Peeling con carbón activo

El Peeling con carbón activo consiste en eliminar la última capa de piel muerta para permitir una mejor regeneración y conseguir una luminosidad y suavidad en la piel aumentadas.

Lo primero que debemos hacer es desmaquillar la piel con la leche limpiadora mediante masajes en círculo y luego tonificarla.

Una vez tenemos la piel limpia aplicaremos una fina capa de carbón activo con un pincel encima de la zona a tratar, dejando actuar 10/15 minutos. Una vez seco el carbón activo será nuestro gran aliado para poder llevar a cabo el proceso de eliminación de la células muertas. El color negro permite que podamos impactar y remover la última capa de la piel y eliminar  la última capa de la piel mediante la aplicación del láser.

Las propiedades bactericidas del propio carbón activo hacen que sea un tratamiento de limpieza de cutis completo, al mismo tiempo, la Hamamelis Virginia y Árnica Montana aún apoyan más esta ventaja. El Árnica tiene propiedades analgésicas y anti-inflamatorias y la Hamamelis hará que la piel quede más tersa y suave.

Una vez realizado el peeling con láser y limpiada la piel, podremos aplicar una sesión de fototerapia con diodos de 650nm para estimular la regeneración celular y del colágeno. Se recomienda aplicar la lámpara fototerapia entre 15 y 30 minutos después de la sesión. Los efectos del peeling se podrán observar mejor al día siguiente, con un tono más terso y una luminosidad en la piel mayor. Después de cada aplicación el cliente deberá hidratar la piel con crema regeneradora, dotada de protección solar durante los 3 días siguientes y evitar tomar el sol directamente.